marzo25
4 de enero del 2010
Kaixo Naroa,
Se me hace díficil recordar todas las cosas que te pasaron siendo bebé. La verdad que mis recuerdos estan casi borrados, hace taaaanto tiempo que dejaste de ser un bebé. Ya eres una pequeña personita, a la que cada día quiero más, con sus propias ideas y deseos…mi pequeña…(«ya zoy gaaande» me dices).
En fín, voy a intentar recordar, por lo menos los detalles más importantes.
Eras un «angelito» de bebé, me acuerdo que en el hospital me levantaba una o dos veces a mirar si respirabas…pues era la única de la habitación que dormías toda la noche seguida. Salimos del hospital con una ola de calor terrible, tú no tenías fuerzas para mamar, y andabas un poco justa de peso. Todos querian ayudarte…y yo quería darte el pecho y como no tenías fuerzas para agarrarlo bién me compré un saca leches…y te dabamos en biberón lo que podiamos. Lo pasé un poco mal…primeriza, todos queriendo ayudar, y yo pensando que tenía que darte el pecho…fue un poco caos. Pero entre todos lo logramos. Y cuando ya tenías dos meses te agarrabas al pecho de que manera…entonces respiré.
Dormías todo el día y practicamente toda la noche así que yo podía descansar algo. Pero para las primerizas todo es nuevo y me costó adaptarme a la nueva rutina. Dar pecho, sacarme leche, cambiar pañales, lavar culo, salir a pasear, dormir…Ahora con lo que sé, seguro que algunas cosas las haría de diferente manera. Pero esta es la madre con la que te ha tocado lidiar y para bien o para mal, estamos unidas para siempre.
No has sido llorona ( y si lo hubises sido te hubiera querido igual), muy dormilona, tragona, curiosa, sonriente…cagolina (eso mucho). Te hubiera dado el pecho hasta que tu hubieses querido, pero cuando tenías ocho meses mi padre (el aitona Joaquin), se fué de nuestro lado, y a mamá la tristeza le amargó la leche…y tú ya no la querias…así que poco a poco dejaste de pedirme el pecho…ya comías otras cosas y eso era solo un complemento, así que ese momento tan especial entre nosotras dos…se fué. Supongo que tu nunca te acuerdes de esa semana, más que por lo que yo te cuente.
Casi no estuve contigo porque en ese momento me necesitaba mi madre ( la amona Merche), así que te dejé en casa de la Yaya Angelines, con el papá. En aquellos momentos no podia atenderte bién, estaba muy ofuscada, y triste y no podía llorar ( lo cual me hacía maás daño), pero te echaba tanto de menos…necesitaba tus manitas en mis manos, tu sonrisa y tus abracitos…no sé si tu me echaste de menos…supongo que sí, pero no eras consciente. Quiero que sepas que te seguía queriendo mucho, pero que en esos momentos «lloraba» por mi padre al que nunca más vamos a ver. Tú lo llegaste a conocer,pero eras tan pequeñita, y sé que en algún lugar, desde lo más profundo de su alma se siente orgulloso de sus nietas ( aunque vayamos a terminar con el apellido porque ninguno es barón, jejeje), pero tenía que irse. Era su momento.
Sé que desde entonces no he sido la misma, y me apena los momentos en que te he transmitido mi tristeza. Las veces que no he disfrutado con papa porque estaba triste. Y sé, que tú, mi niña especial, de alguna manera notabas mi tristeza y querias animarme. Gracias Naroa por lo que has hecho por mí, pero tu eres mi pequeña y yo soy tu mamá, y me corresponde a mi consolarte y protegerte. Gracias por quereme tanto. Yo también te quiero mucho, ya lo sabes. Eres muy especial, cuando seas más grande entenderás a lo que me refiero y si no es así preguntame.
Por lo demás has crecido feliz. A los nueve meses gateabas, a los 14 meses ya andabas sola ( te costó soltarte), antes de los dos años ya no usabas pañal…el chupete nos costó un poco más…pero se los diste a la cigüeña y ya nunca más se supo de ellos…teniamos un regimiento de ellos por si acaso…aún me ha salido alguno en la última limpieza de final de verano.En fín que creo que dependia yo más de los chupetes que tu.
Pero poco a poco vas creciendo y aprendiendo, y es dificil plasmar todos los momentos vividos en estas pocas líneas.
Eres pequeña, y a la vez tan grande, vas comprendiendo tu pequeño mundo, y a veces las cosas del mundo «grande», que no entiendes, te afectan…pero cada cosa a su tiempo. Cuando sea momento de entender, entenderás. Y yo sé que tu lo harás pronto porque eres muy especial.