En el hospital
Después de sacarme como pudieron, (un poco burras si que fueron) me llevaron corriendo a una señora que me miraba todo: ojos, nariz , boca, pulso, y un montón de pruebas super super rápidas.
Me envolvieron en una manta calentita, calentita y me llevaron a brazos de una señora, tumbada en una camilla. Yo no la podía ver muy bien, porque cuando nacemos solo vemos contrastes…pero cuando oí su voz y me acercó a su pecho supe ensegida quien era…y dibujé una sonrisa en mi rostro. Es un poco díficil hacer una sonrisa cuando acabas de nacer, no controlaba muy bien mis músculos, jejeje. pero mi mamá sonreía tanto y me hablaba tan cariñosa y con tanto amor, que es lo mejor que podía hacer…luego me pasaron a los brazos de un señor, éste no sabía como cogerme, jejeje, andaba más perdido que yo. Y no paraba de hablarme y de mirarme y me llevó a enseñarme el «mundo», el pequeño mundo en esa sala de partos. Luego me cogió una señora que me limpió por todos lossitios, y yo lloraba porque tenía frío y quería volver a los brazos cariñosos que me cogian con tanta suavidad…estas manos, me mojaban, me llenaban los ojos de gotas, me mancharon la planta del pie y mi manita…y me colocaron una pulsera en la muñeca…luego me llevaron otra vez con mi mamá. ¡qué bien estaba allí! Es que era todo nuevo para mí, y escuchar esos latidos y esa voz con la que tanto tiempo había convivido, me tranquilizaba mucho.
Enseguida pasaron a mamá a una cama y un señor nos dijo: «ala, para la habitación» y ahí ibamos los tres…mamá con cara de cansada, papá orgulloso…y yo…yo mirando todo con ojitos de sorpresa…todo era nuevo para mí. Fuera estaban esperando la amoña Merche, la yaya Angelines, y la Izeba Izaskun…querian verme pero el celador nos llevócomo un rayo al ascensor, menudas prisas tenía…
En la habitación no paraban de mirarme y decir lo bonita que era y lo que me parecía a mi papá, y todos sonreían, y me decían cosas…y la enfermera vino a ponerme en una cuna de cristal…pero mamá le dijo que quería darme el pecho…y me colocaron otra vez en su regazo…que bién.
¡Qué díficil!, mamá no sabía como colocarme, la Izeba le ayudó…y yo que no tenía mucho hambre…pero en cuanto noté el pezón en mi mejilla…cogí el pecho y a succionar…menos mal que ya nacemos con ese reflejo porque a mamá se le veía un poco torpe jejeje. Agarré los dos pechos (mamá se veía muy feliz), y ya me metieron en la cuna…me dormí. ¡estaba tan cansada! ¡Eran muchas emociones y yo acababa de llegar! Así que cerré los ojos y a dormir.